El actual precio del alquiler de vivienda, combinado con la precariedad laboral y los bajos salarios, supone para mucha gente -especialmente jóvenes -, que sea imposible arrendar un piso, y mucho menos comprarlo. Basta este dato: el Índice de Precios de la Vivienda aumentó un 7,2% en el último trimestre de 2017 (datos del Instituto Nacional de Estadística). La edición escrita de La Vanguardia de 25 de noviembre de 2019 explicaba que, entre los años 2000 y 2017, la…
