En cualquier vivienda alquilada hay mobiliario y enseres que usa el inquilino y que precisan de tareas de mantenimiento para que puedan seguir cumpliendo su función, dado el desgaste que sufren hasta terminar su vida útil. El arrendatario tiene la obligación de reparar y sustituir dichos muebles y enseres, siempre que el coste de hacerlo no sea elevado. El inquilino es responsable ante el arrendador de los deterioros que se produzcan en un bien por su uso continuado y…
