El supuesto es que un particular alquila una plaza de garaje que no utiliza a otro particular, sin que se alquile una vivienda: sólo se alquila el parking. Si quiere saber la legislación aplicable pinche aqui.
La mayoría de estos acuerdos se hace en dinero negro, sin que el particular arrendador declare los ingresos por el alquiler de la plaza de garaje en su declaración de IRPF (rendimientos del capital inmobiliario). Tampoco recauda e ingresa el 21% de IVA.
Sin embargo, los particulares, que no son sujetos pasivos del IVA, adquieren la condición de empresarios y profesionales a efectos de este impuesto por arrendar bienes inmuebles, como una plaza de garaje o su segunda residencia (prestación de servicios sujeta y no exenta de IVA). El arrendador debe emitir una factura al arrendatario con el 21% de IVA. La infracción y correspondiente sanción por no pagar el IVA son para el arrendador. La factura, además, prueba la existencia de un contrato no escrito.
El alquiler de una plaza de garaje no devenga IVA cuando dicha plaza se alquile como anexo al alquiler de una vivienda habitual, según el artículo 2.2 de la Ley de arrendamientos urbanos.
